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Vivan las noches, el sol, la sal en tus labios.

Hoy, debido a mi trabajo, he visitado una tienda de animales. Siempre entro antento a todo lo que me rodea cuando entro en uno de estos sitios. Es debido a que una vez casí acabé siendo el almuerzo de un inmenso perro de raza inclasificable, yo solo sé diferenciar entre perros grandes o perros pequeños, creo que es algo genético, me pasa lo mismo con los coches, nunca recuerdo las marcas, ni los modelos, ni nada de eso.

En estos sitios huele fatal, siempre hay una dependienta de entre 30 y 40 años, rodeada de gigantescos sacos de comida, también tiene correas, huesos de plástico y un sinfin de objetos que no consigo descifrar su utilidad. Hoy me he fijado especialmente en el escaparate y sólo conseguía ver "juguetes" de placer. Veía formas excitantes y provocativas, imaginaba juegos inverosímiles y pensaba que aquello en realidad no era una tienda de animales, sino una tienda de perversión perfectamente camuflada y escondida.

2 comentarios

MAS -

No creas...no estoy como suelo estar, jeje, pero prometo volver

babel -

Veo k tu líbido ha vuelto eh perrillo!!!