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Vivan las noches, el sol, la sal en tus labios.

Tu boca en mis caderas casi no se mueve, chupas y absorves tu propia saliva antes de que chorreando llegue al suelo. Estás quieta. Estás disfrutando del momento. Me incorporo a pesar del momento de placer que me estás regalando y acaricio tu pelo antes de sujetar tu mentón y acercar tu cara a la mía. Beso tu boca, tus mejillas, tu cuello. Beso el lóbulo de tu oreja izquierda, me introduzco dentro de ella, la lamo sin cesar, con ansia, me dejo llevar por mi pasión, por tu pasión. Con delicadez apartas tu melena para facilitar mi labor, miro tu cara, tienes los ojos cerrados y la boca entreabierta. 

Quiero Sentirte y que disfrutemos como nunca, quiero dominarte, lvaciar tus pulmones de alientos de placer, quiero oirte gemir, quiero mojarte, quiero tus gritos de placer, quiero que te corras junto a mi, sin pudor, totalmente entregada. Quiero tu sudor, tus temblores, quiero inundarte. Sé que me espera inchado, excitado y húmedo, sé que esta delicioso. Sé que tu placentero punto se va a convulsionar probocando en todo tu cuerpo descargas eléctricas llenas del placer más intenso.

Giro mi cuerpo para que de este modo mi boca quede junto a tu sexo y la tuya junto al mío. Noto como tus manos no cesan de buscar mi culo. Te aferras a mis nalgas, las separas para a continuación volver a juntarlas con intensidad. De repente noto un dedo cerca del ano, no puedo evitar gemir. Siento como lo acaricias delicadamente mientras casi sin darme cuenta la punta de tu dedo se introduce muy poco a poco convirtiendo mi cuerpo en una ola de placer.

Mientras, mi boca se ahoga entre tus piernas. Busco tus ingles, tu pubis. bajo hasta el perineo y me acerco hasta tu sonrosado ano. Rozo tu coño con suavidad, primero con la puntita de la lengua, exploro los lugares más recónditos. Por fin acerco completamente mis labios y mi boca se acopla perfectamente a tu sexo mojado.  Mientras tu lengua no da respiro a mi polla, la siento en todos los lugares, la humedad de tu boca recorre los huevos totalmente enrojecidos y llenos de semen, chupas con deseo la polla totalmente erecta, siento como a veces te aferras a ella y me pajeas continuamente mientras con tu lengua acaricias la punta.

Mis manos separaron  los glúteos hasta quedar expuesta totalmente tu última frontera. Me introduzco en tu agujero más secreto, lo acaricio como tu haces con el mío. Hasta que rozo con mi lengua la zona más sensible, tus suspiros pasan a ser jadeos continuos, sientes la humedad de mi lengua a la vez que la tuya moja mi rincón, hasta ahora, prohibido. Jadeamos, gritamos y gemimos a la vez, tapándonos el uno al otro, dejándonos llevar por oleadas continuas del placer más intenso. Me encanta que nos follemos con la lengua.

Arqueamos las cabezas, nuestra respiración aumenta de velocidad y cerramos los ojos... ha llegado el momento.

1 comentario

Víctor -

Vaya, sin palabras.