Blogia
Vivan las noches, el sol, la sal en tus labios.

Pasado, presente y...

Pasado, presente y...

Durante todo el curso anterior nos habíamos visto cada día en clase. En mi clase las mesas estaban separadas y siempre nos sentábamos en el mismo lugar, ella siempre se sentaba delante de mí. Cada mañana observaba como doblaba las rodillas y su culo en pompa se sentaba o levantaba. Observaba su cabello negro y liso. Me fijaba en los dedos que apoyaba en mi mesa cuando se giraba a consultarme cualquier duda, veía brilla su sonrisa cuando me miraba después de escuchar la típica tontería de turno del típico gracioso de turno. Cuando el buen tiempo lo permitía su camiseta dejaba ver un generoso escote que se agrandaba cuando se inclinaba sobre mi mesa mientras consultábamos unos apuntes.

Era agosto, y doce compañeros habían decidido pasar unos días en la playa. Tú estabas entre ellos. Recuerdo tu cabello, tu mirada, tus caderas, tus tetas. Podría recorrerte a ciegas y no me perdería nunca. Te recuerdo desnuda, sobre la cama de aquel hotel barato de la costa lleno de familias rubias y piel roja que hablaban raro. Al segundo día cambíamos las habitaciones. Mi amigo con tu amiga y tú conmigo. Pasamos más tiempo entre aquellas paredes que en la playa. No necesitábamos el mar. Nosotros éramos mejores. Te recuerdo gemir de placer cuando al despertar de una noche de pasión, notabas como mi polla crecía a tu lado y rozaba tu culo. Mi mano acariciaba tus caderas, tus pechos y se entretenía en tu húmedo sexo. Recuerdo como abrías las piernas para facilitar mi tarea y como jadeabas cuando notabas mi boca en tu nuca. Tu mano buscaba mi culo que acariciabas y arañabas a la vez que mis embestidas multiplicaban por mil tus jadeos.

Recuerdo esto hoy, cuando los telediarios mostrarán las carreteras llenas de coches y las playas abarrotadas de sombrillas, recuerdo aquel verano perdido que nunca más volverá.

Hacía muchos años que no te veía, me alegré mucho. Me fije en que el lunar sigue ahí, recordé las mil y una veces que mi boca lo beso. Ahora pienso en ti y en la cara de aburrimiento que tenía tu marido cuando me lo presentaste. Vi como dormía tu segunda hija en el carrito mientras la barriga de él hacía una inmesa sombra que la pequeña agradecería. Te vi triste, aburrida, sóla y llena de deseos incumplidos. Sólo vi brillar tus ojos cuando me hablabas de las pequeñas. Él no habló nada, sólo me miraba curioso y despistado mientras fumaba un cigarro. Yo le miraba de reojo te miraba a ti y una inmensas tristeza me inundaba. No es justo, te merecías una vida mejor.

 

5 comentarios

xd4v1d0016x -

Hola e descubierto tu blog de casualidad, de esas veces que navegas sin rumbo y te encuentras con webs que merecen ser vistas. Échale un vistazo a mi blog y me cuentas que te parece. Eres Chico o Chica?¿?¿¿?¡

un saludo

ninettte -

este ha sido el mejor, me encanta como lo acabas.... fantastico! fantastico!

terriblemente excitante

maria -

realmente, te superas diariamente en tus textos...
me encantan, ya lo sabes

tngo ganas de hablar contigo para preguntarte algunas cosas sobre el texto que me tienen intrigada

un bso, muá

maria

canela -

hola mas!como estas?jo, yo me he quedado un poco triste despues de leer tu texto... es como si te hubieras fijado en mi para escribirlo (aunq yo todavia no tenga ni marido ni hijos...)pero me veo en mi futuro asi: "triste, aburrida, sola y llena de deseos incumplidos" :(
un besote, cuidate!:*

debo -

buenas!
me gustan tus textos. excitantes...mmm...
un beso muy grande para el mas grande,TU.