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Vivan las noches, el sol, la sal en tus labios.

Cuento de los tres seres de color mandarina

Una culebra se ha comido una seta donde vivían tres pequeños seres de color mandarina, entre ellos eran cuñados por parte de padre. Los pequeños seres se han comido las entrañas de la serpiente porque tenían hambre. Comiendo, comiendo han llegado al exterior, sólamente han dejado los ojos vidriosos de la serpiente.

Han buscado una nueva seta donde alojarse pero ya no había setas porque en el lugar donde crecían han construido un carril-bici. Se han puesto muy tristes hasta que de repente, el ser más pequeñito de los tres, ha dado un estirón inexplicable. Los otros dos han mirado horrorizados el extraño fenómeno, pero cuando sus caras mostraban mas extrañeza, ellos también han visto como sus piernas se estiraban y crecían hasta alcanzar el tamaño de una personahumana.

Los tres se han abrazado y han empezado a llorar de la emoción. Su pequeño cuerpo había desaparecido y ahora ya eran altos y tenían pelos en las piernas y un bigote color mandarina oscuro que hacía juego con el color de sus uñas. Sus nuevos cuerpos desnudos ya no podían ser tapados por sus diminutas ropitas de ser pequeño. Mostraban con orgullo sus nuevos cuerpos, sin importarles la desnudez y las miradas inquisidoras de las demás personashumanas que pasaban a su lado.

Al rato los tres seres con tamaño de personahumana se cansaron de las miradas feas y envidiosas de los demás y se dieron cuenta de que necesitaban dinero para comprarse pantalones vaqueros con el bajo doblado y unas gafas de pasta que hicieran juego con sus bonitos bigotes y una camiseta de manga corta muy ajustada y un calzado deportivo pero formal y, por supuesto, un movil para comunicarse y un ipod color mandarina y un protector de labios para el viento y una conexión a internet para visitar su blog favorito. Los tres se pusieron muy tristes y lloraron desconsoladamente a la vez que se abrazaban defraudados y compungidos.

Para tener todas esas cosas necesitaban mucho dinero, tanto que para ganarlo deberían trabajar para una personahumana durante horas y horas en cosas aburridas y monótonas, después deberían pagar impuestos a unas personahumanas que no conocen de nada, después tendrían que abrir una cuenta en un banco de una personahumana que no conocen de nada y, por fin, podrían visitar tiendas de personashumanas que les darían todas sus cosas a cambio del dinero.

Las lagrimas no dejaban de resbalar por sus pieles mandarinas mientras, entre sollozos, se oían murmurar ahogados por su fustración: "queremos volver a vivir en una seta, queremos volver a vivir en una seta".

FIN


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