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Vivan las noches, el sol, la sal en tus labios.

Navidad sin nada

Feliz Navidad

Navidad sin nieve

feliz navidad

 

 

 

chup, chup...

 

Pasadlo muy bien. Haced el amor y no la guerra. Lameros las unas a los otros y sobre todo quereros mucho, mucho, mucho. 

me amo!

me amo!

Veo mi nueva habitación, veo mi nueva cama, mi nuevo armario, mi nuevo todo. Me encanta la cama, es grande, tiene un colchon recien comprado, de un tamaño considerable, nuevo y limpio. La ventana da a un sitio tranquilo asi que no creo que me molesten los ruidos. En ese momento recordé la horrible habitación del hostal con aire de película de terror donde estuve con R. Nunca más iré a ese sitio, lo prometo. Aún recuerdo el asco que me daba aquel zulo, me dan arcadas pensar en el baño comunitario, por supuesto yo no entré y ahora me arrepiento de que ella entrara a ducharse, creo que eso hizo que mi líbido bajara hasta el suelo, aún me pregunto como pude correrme en su boca dentro de aquella habitación tan asquerosa.

Me asomo por la ventana, no veo a nadie, hace tanto frío que al segundo la nariz se me queda totalmente congelada y un hilillo de líquido incoloro se desliza por una de mis fosas nasales hasta que lo destruyo con mi superclinex tamaño bolsillo. Me siento en la cama, es el único lugar donde puedo sentarme, miro el techo, respiro hondo. Descanso mi espalda sobre el colchón y...mi mano derecha se empeña en deslizarse por mi entrepierna.

Desabrocho el pantalón y saco la polla como puedo, me gusta verla cuando todavía no esta dura del todo, me gusta más así que dura. Saco también los huevos que quedan aprisionados y chafados entre mi polla y el elástico del calzoncillo. Vamos a tener cuidado, me digo al notar la cremallera del pantalón rozando tan delicada zona. Levanto el culo y bajo el pantalón hasta medio muslo. Me vuelvo a relajar, respiro hondo de nuevo y comienzo a concentrarme en mi "trabajo". Estoy tumbado, boca arriba, pero con los pies en el suelo. Cierro los ojos y siento a mis dedos jugar con todo lo que se encuentran a su paso. No sé porqué razón, me pellizco un pezón... quedo pensativo... ¿por qué lo he hecho?... lo curioso es que me gustó. Finalmente, despues de un buen rato de frotamientos, tocamientos y demás maravillas manuales, decido terminar de una vez con el calentón que cada vez sube y sube mi temperatura. Me incorporo, sujeto mi miembro con fuerza (que fino queda lo de miembro ¿verdad?) y un buen reguero de leche calentita fluye al exterior llenándome de un placer tan inteso que hace que doble las rodillas.

 

Y de postre hoy os dejo unos videos culturales sobre técnicas autoamatorias y alguna cosa más.

Soy un romántico

Soy un romántico

Rodear tu cuerpo con mis manos y sentir el roce de tu pelo en mi cara es la mejor sensación posible en esta tarde fría y gris. El viento sopla sin cesar, pero a pesar de todo, no logra despeinar nuestras miradas. Tus manos desprender amor cada vez que me acaricias, tus besos me emocionan, me ponen la piel de gallina, mi alma se desarma y queda prendida de ti, totalmente inocente y entregada al placer que me proporcionas a cada instante.

Nuestros lábios se retiran unicamente para tomar aire, un aire frío, que al instante calentamos e intercambiamos en nuestras bocas. En cada pausa te doy un pequeño reguero de besos que se pierden en la comisura de tus labios, en tu menton, en el delicado lugar que tenemos justamente a continuación de la barbilla, al comienzo del cuello, un lugar que pasa desapercibido y desaprovechado en muchas casos. Yo no dejo de besarlo y lamerlo. Mientras tus suspiros se convierten en ese aliento blanco que podemos ver en invierno cada vez que respiramos.

Tus ojos tienen forma de corazón, y no se pueden comparar con nada en este mundo, tal vez con la luna que nos mira llena de envidia porque sabe que nunca alcanzará el brillo de tu mirada ni podrá reflejar la emoción que produces en mi cuando te siento cerca.

 

oh my god... un cassette

oh my god... un cassette

próximamente...

Fóllame

Fóllame

La mirada viciosa, deseosa de dar el paso, de besarte sin cesar, esos segundos antes de dar el paso son interminables... pero el camino sólo ha hecho empezar, tu dulce boca chupa, sin descanso, uno tras otro, todos los deditos de mis pies. Me gusta tocarte con ellos, bajo las sábanas, acariciar tus pies con los mios, acariciar tu cuerpo con mi boca, masturbarnos mutuamente, juntos, en silencio, jugando sin cesar con nuestras bocas y manos, besándonos sin prisa, lentamente, muy lentamente. Y entonces, sientes mi erección entre tus manos, entre tus pechos, entre tus nalgas, entre tu boca, entre tus pies... percibir tu respiración alocada por el deseo incontrolable es un placer único. Y me miras, me dices que estas muy mojada, que no puedes más. Eso me excita mucho más, dispara mi pasión, deseo entrar en ti y que me acojas en tu cuerpo. Chupas mis dedos antes de penetrar tu coño con ellos. Te dejas caer sobre mi polla, tu boca no controla tu saliva y una gota se desliza de tus labios a los mios mientras cabalgas con decisión y fuerza, mis manos acompañan tus movimientos extremos aferradas a tus caderas. Una explosión salvaje de placer nos deja destrozados y sin aliento sobre las arrugadas y cálidas sábanas.

 

Cosas

Cosas

cosas que hago bien:

- Agobiarme

- Cagarla

- Imaginar como son tus tetas

- Dejarme querer

- Lamer

- Confiar demasiado en ciertas personas y creerme todo lo que me dicen.

 

cosas que hago mal:

- Escribir

- No sé que decir en el 99% de las ocasiones

- Cantar

- No acordarme de los nombres de la gente.

- Ilusionarme demasiado

cosas que me encantan:

- El arte

- La música

- El diseño

- Que la gente confie en mi y me cuente sus cosas

- Mirar todo lo que me rodea y disfrutar

- Besar, succionar, gemir

- Tocarte el culo

- Que me laman las orejas



cosas que odio
:

- la falsedad de ciertas personas

- las mentiras

- que la gente hable de mi sin conocerme

- que esperen siempre algo más de mi

- que la gente diga cosas y luego no las cumpla

Deditos traviesos

Deditos traviesos

Estoy excitado, noto como mi respiración se acelera poco a poco , mi polla tiesa, dura, erecta, con unas gotitas transparentes en la punta del glande. Ahora pienso en ti. Por mi mente pasan tus besos, tus mensajes cariñosos, tu piercing, tu pelo largo. Te veo desnuda, conduciendo tu nuevo coche, y a mi se me hace la boca agua mirándote. A veces pienso que mi sexo es mi boca. Aparcas en un lugar algo apartado. Me acaricias los labios con un dedito y a la vez que me dices: "calla, voy a chupar eso que tienes ahí , voy a beberme esas gotitas, voy metérmela entera en mi boca". Y yo me pongo rojo. 

Mis dedos ya están en tu cuerpo, toco tu cuello, tus pechos, tu rajita húmeda, que está muy lubricada. Los introduzco dentro de tu vagina,y jadeamos a la vez.  Tu lengua es la que me hace gemir. Sabes lo que me excita, y lo que haces a continuación me vuelve loco. Pones uno de tus dedos junto a mi sexo y a la vez le practicas una felación. Mi polla y tu dedo dentro de la boca, después, lo sacas, lo introduces en tu vagina, lo vuelves a chupar mojándolo todavía más con saliva y a continuación lo introduces en mi boca, dejándolo ahí dentro todo el tiempo del mundo, mientras disfruto del más dulce caramelo.

Recuperamos lentamente nuestra respiración.

Fuera hace frío.

Dentro, los cristales están muy empañados y van a seguir así durante un buen rato. 

 

Juegos

Juegos

Observo la delicia de tu boca abierta, hoy guardas en ella una sorpresa muy agradable. En la punta de tu, más que nunca, húmeda lengua, veo el brillo de una perla de saliva del tamaño de la yema de un dedo. Es tentadora la imagen:  las comisuras de los labios tensas, recien pintados y la lengua saliendo cada vez más.  La saliva que me ofreces en la punta dispara mis sentidos.

Uno de tus dedos se introduce en tu pelo acomodándolo de forma tremendamente sensual detras de una de tus orejas. Me fascina tu cara en este momento. Echas atrás ligeramente la cabeza, así evitas que la saliva acabe desparramada en el suelo. Dejo de admirarte, ha llegado el momento de saborearte.

Absorbo tu dulce saliva y la mezclo con la mía lentamente, despacio, sintiendo cada movimiento, disfrutando de cada sensación, lo hacemos como nos gusta, sin prisas, nuestro beso es caliente, eternamente dulce y sensual, húmedo, envolvente, masturbamos nuestras lenguas mutuamente...Son besos con sonidos de pasión, pequeños suspiros y jadeos casi imperceptibles se escapan de nuestras bocas.

La saliva se ha relacinado con el desprecio y la violencia pero hay que desechar esos tabús y buscarla de otra forma, descubrirla como elemento tremendamente erótico y sensual, me encanta jugar con ella, dispara la imaginación en momentos aburridos. Sólo hay que atreverse a descubrir su poder. Juego de mil maneras, no hay nada como descubrir nuevas sensaciones al lado de tu pareja. Ideas "sucias", ideas eróticas, ideas excitantes, ideas originales... nunca desestimes el poder de tu saliva. 

Dentro

Dentro

Tu lengua se enreda en uno de mis dedos que se ha atrevido a introducirse dentro de ti. Siento como lo mojas cada vez más, siento como lo calientas, juegas con él como si de un caramelo se tratara. Ya no es uno, ya son dos... el placer se duplica...siento el roce duro de tus dientes que compensan la sensación que me producen tus labios cuando se cierran formando un anillo en uno de mis dedos. Tu boca insaciable no deja escapar mis dedos que salen y entran, una y otra vez. En el interior que no alcanzo a ver, tu lengua no cesa su sutil movimento que llega a hipnotizar a mis obedientes dedos que quedan a tu merced.

 

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No sé por qué razón me encanta sentir la textura de la lengua en los dedos y el resto de la mano, la dureza de los dientes, la calidez de una boca sedienta de sexo, el movimiento de la lengua siempre mojada y los labios húmedos... por cierto... no me seáis guarretes o guarretas y lavaros las manos antes.

Beberte

Beberte

No quiero hablar, ni beberme este aquarius que me está sentando fatal. Lo único que quiero es no dejar de mirarte los ojos, no quiero dejar de mirar como mueves los labios cuando hablas y como te colocas el pelo detrás de una orejita.

No dejo de pensar en acariciar con mi lengua tu cuerpo desnudo y probar esos jugos que chorrearán por tu entrepierna. No dejo de imaginar como será oírte jadear y gemir mientras me bebo todo lo que fluye de tu pequeño cuerpo.

Imagino como te apoyo contra un mueble, tu tanga queda totalmente estirando a la altura de las pantorrillas cuando abres tus piernas ante mí. Acaricio mi polla dura contra tus nalgas, contra tu sexo mojado, mientras, mis dedos frotan tu clítoris sin cesar.

Uno MAS

Estoy asustado, he descubierto que cada vez tengo más sentimientos. He descubierto que, a veces, el corazón no atiende a razones y se apodera de mis sensaciones dejándome por los suelos.

"Es bueno tener sentimientos", me dicen, "es bueno estar sometido a las decisiones del corazón", me comentan. "Pero a mi me da miedo", les digo, y me preguntan, ¿por qué?. Porque sin ellos me iba bien, sólo era sexo sin más, hola-sexo-adios, así siempre... sí, es aburrido, pero no me dolía el corazón, ni me sentía mal o culpable, ahora me duele el corazón y eso me da miedo...

"MAS, ya no eres nada, ya no follas, sólo tienes sentimientos, bah!, eres uno MAS" 

Juegos reunidos

Juegos reunidos

Disponga a la chica o chico, según gustos, totalmente desnuda de pie, con el pelo suelto y los brazos caídos y relajados,

abra ligeramente sus piernas hasta alcanzar una separación entre los dos tobillos de unos 30 cm,

arrodíllese ante ella y comience a besar los dedos de uno de sus pies con pasión y deseo,

suba poco a poco dando besos y suaves lametones sin dejarse ni un solo milímetro de piel,

termine en su boca dándole un beso suave, sensual y tremendamente electrizante,

para finalizar acérquese hasta uno de sus oídos y susúrrele la frase más romántica y sincera que salga de su corazón.

 

 

 

Placeres

Placeres

Sentada deslizas el tanga rojo por tus piernas, me encanta ver como se enrolla hasta llegar a los tobillos. Con delicadeza lo sacas y lo metes dentro del bolso. Las tetas asoman por tu escote sin necesidad de quitarte la camiseta. Ahora soy yo el que se sienta frente a ti, comienzo a acariciarme por encima del pantalón, mi polla aumenta de tamaño y pide a gritos ser liberada de una vez.

Chupas tus dedos, mojas los labios, acaricias los pezones... Escupes en la mano derecha y sin dejar que se pierda ni una gota, muy despacio la acercas a tu coño. Frotas con suavidad, acaparas con la mano todo tu sexo que comienza a mezclar tu saliva con el dulce nectar que fluye sin cesar. Mi polla ya esta libre, queda sujeta entre la cinta de mi calzoncillo y mi abdomen, con un dedo hago pequeños círculos en la parte posterior de la punta. Definitivamente me libero de mi ropa interior y la observas erecta, mirándote fijamente. Tu lengua asoma y succiona uno de tus pezones, lo mordisqueas, lo enrojeces, lo pones más duro. La mia no deja de asomar sensualmente incitándote, provocándote...

Mientras, la mano derecha no deja de acariciar tu clítoris hambriento. A la vez, mi mano se aferra con decisión a mi sexo y comienza un movimiento rítmico que te hipnotiza cada vez más. Ya no puedo ver todos tus dedos, dos de ellos se encuentran dentro de ti. Los jadeos aumentaron cuando el primero de ellos se introdujo, ahora ya no jadeas, gritas y gimes.

Observo como la punta de mi polla se moja cada vez más, tengo una mano libre que se encarga de acariciarme los huevos, juega con ellos , los frota, los calienta... tu otra mano hace tiempo que se dedica a tocarte entera, en un momento la veo dentro de tu boca, o la bajas por tu cuello hasta los pechos, o la encuentro unida a la otra, sustituyéndola en el clítoris, mientras los dedos de la otra entran y salen de tu ya abierta y palpitante bulba.

Explotas en un intenso orgasmo, te retuerces, te encoges, unes las piernas y giras tu cuerpo mostrándome todo el explendor de tu apetecible culo. Gritas mucho, dices palabras inconexas que no llego a entender, cierras los ojos y curvas la espalda hasta caer al suelo totalmente entregada y destrozada de intenso placer. Semejante espectaculo potencia mi líbido hasta el límite, el blanco líquido asoma como una catarata que ha sido contenida. Mis manos ya no me tocan, las tuyas han cogido el testigo y son ellas las que reciben todo mi placer convertido en sedosa crema nacarada.

Erección

Erección

Tu mirada perdida. Los cabellos revueltos. Tu sexo mojado. La boca entreabierta. Tu cuerpo desnudo brillante de sudor. Mi piel se estremece al sentir ese calor intenso que me provocas con tu cercanía, me siento abrumado, realmente perdido entre tus manos. A pesar de todo no quiero dejar que cese mi resperación jadeante. Necesito oir otra vez tus gemidos. Me gustan las que gritan sin miedo a nada. Me gustan las que son silenciosas cuando se tocan en la soledad para que no se enteren los de la habitación de al lado. Qué rico cuando mi cuello se dobla, enérgico, directo, girando hacia un lado y otro. Al abrir los ojos, amanecen, ante mí, tus dos ojos, resplandecientes, llenos de misterio, que me miran, maliciosos, perversos, tremendamente excitantes, a la vez que la mano acaricia mi vientre y mis caderas. Y tus dedos bajan desde mi ombligo hasta enredarse en el vello. Mi perfil se altera y una erección, comienza a tomar forma, despacio, latente, deseosa de ti. No dejes de tocarme nunca, nunca.

Tu boca en mis caderas casi no se mueve, chupas y absorves tu propia saliva antes de que chorreando llegue al suelo. Estás quieta. Estás disfrutando del momento. Me incorporo a pesar del momento de placer que me estás regalando y acaricio tu pelo antes de sujetar tu mentón y acercar tu cara a la mía. Beso tu boca, tus mejillas, tu cuello. Beso el lóbulo de tu oreja izquierda, me introduzco dentro de ella, la lamo sin cesar, con ansia, me dejo llevar por mi pasión, por tu pasión. Con delicadez apartas tu melena para facilitar mi labor, miro tu cara, tienes los ojos cerrados y la boca entreabierta. 

Quiero Sentirte y que disfrutemos como nunca, quiero dominarte, lvaciar tus pulmones de alientos de placer, quiero oirte gemir, quiero mojarte, quiero tus gritos de placer, quiero que te corras junto a mi, sin pudor, totalmente entregada. Quiero tu sudor, tus temblores, quiero inundarte. Sé que me espera inchado, excitado y húmedo, sé que esta delicioso. Sé que tu placentero punto se va a convulsionar probocando en todo tu cuerpo descargas eléctricas llenas del placer más intenso.

Giro mi cuerpo para que de este modo mi boca quede junto a tu sexo y la tuya junto al mío. Noto como tus manos no cesan de buscar mi culo. Te aferras a mis nalgas, las separas para a continuación volver a juntarlas con intensidad. De repente noto un dedo cerca del ano, no puedo evitar gemir. Siento como lo acaricias delicadamente mientras casi sin darme cuenta la punta de tu dedo se introduce muy poco a poco convirtiendo mi cuerpo en una ola de placer.

Mientras, mi boca se ahoga entre tus piernas. Busco tus ingles, tu pubis. bajo hasta el perineo y me acerco hasta tu sonrosado ano. Rozo tu coño con suavidad, primero con la puntita de la lengua, exploro los lugares más recónditos. Por fin acerco completamente mis labios y mi boca se acopla perfectamente a tu sexo mojado.  Mientras tu lengua no da respiro a mi polla, la siento en todos los lugares, la humedad de tu boca recorre los huevos totalmente enrojecidos y llenos de semen, chupas con deseo la polla totalmente erecta, siento como a veces te aferras a ella y me pajeas continuamente mientras con tu lengua acaricias la punta.

Mis manos separaron  los glúteos hasta quedar expuesta totalmente tu última frontera. Me introduzco en tu agujero más secreto, lo acaricio como tu haces con el mío. Hasta que rozo con mi lengua la zona más sensible, tus suspiros pasan a ser jadeos continuos, sientes la humedad de mi lengua a la vez que la tuya moja mi rincón, hasta ahora, prohibido. Jadeamos, gritamos y gemimos a la vez, tapándonos el uno al otro, dejándonos llevar por oleadas continuas del placer más intenso. Me encanta que nos follemos con la lengua.

Arqueamos las cabezas, nuestra respiración aumenta de velocidad y cerramos los ojos... ha llegado el momento.

Me apetece

Me apetece

Hoy me apetece cerrar los ojos, dejar mi mente en blanco y dejarme llevar por tus deseos más húmedos,

me apetece quedarme quieto, esperando tu primera acción sobre mi indefenso y entregado cuerpo desnudo,

me apetece sentir tus manos recorriendo mi piel, jugando en las zonas más sensibles de mi cuerpo,

me apetece jadear mientras me muerdes, me mojas, me lames, me succionas, me besas, me....

Nuevo día

Nuevo día

Aún tengo en mi boca el sabor de tus hombros y sigo notando un pequeño escozor en las nalgas, deberías controlar esos impulsos.Acabo de despertar a tu lado. Tu brazo  se aferra a mi cuando intento levantarme con cuidado de no despertar tu sueño. Me giro y acerco mi cara a la tuya. Cierro los ojos y siento como tu aliento me acaricia las mejillas, lo siento deslizarse entre mis labios hasta mi interior, entonces cierro la boca para tenerte dentro de mi. 

Me levanto y te observo en la penumbra que poco a poco va desapareciendo ante la luz del nuevo día. Tu piel dorada brilla cuando los rayos del sol también se van adueñando de ti. Miro mi cuerpo desnudo al lado del tuyo. Observo tus manos, descansan después de una noche en la que las has usado sin cesar. Miro los dedos, así, tan tranquilos parecen tan distintos a los dedos juguetones de hace unas horas.

Me siento a tu lado, acaricio tu pelo que se pierde entre mis dedos como si de arena desértica se tratara. La sábana que cubre tu cuerpo desnudo se desliza y deja al descubierto tus pechos. No me canso de mirarte. No me canso de amarte.

Sabores

Sabores

Deborarte a besos y desbordarte de placer, no pensaba en otra cosa en aquel instante.

Te tumbaste en mi cama completamente desnuda. Tu mirada tímida me observaba mientras buscaba el pañuelo negro con el que iba a tapar tus ojos. Hace tiempo que querías probar esta fantasía que tantas veces había mojado tu sexo, cuando te ibas a la cama, en casa de tu madre y tenías que apagar tus gemidos para no ser descubierta dándote placer.

No perdí más tiempo. Te beso despacio, disfrutando de tus labios, sin prisas me puse en busca de una de tus orejas. Recorrí el laberinto de las dos, descendiendo por la parte trasera de cada una. Sentía tus manos en mi espalda deslizándose hasta alcanzar el culo, volvían a subir hasta mi nuca donde enredeabas tus dedos en mi pelo para a continuación volver a bajar.

Tu cuello eterno. La cabeza inclinada hacia atrás facilita mi paseo por él. Oigo tus primeros gemidos de placer. Son silenciosos y profundos, la venda te ha desinhibido totalmente y te dejas llevar sin ningún tipo de temor. Mis manos acompañan los besos y recorren las tetas. Busco los pezones, los beso, los saboreo, los lamo, los adoro, no sé cuanto tiempo estoy con ellos, pero ¿qué importa el tiempo ahora?. Los siento erectos dentro de mi boca, disfruto de la textura tremendamente excitante cuando rozo con ellos mis labios.

Tus caderas me indican el camino donde desembocaré mi río de pasión. Bajo por tu abdomen y me siento en un oasis cuando noto tu ombligo en la boca, lo lleno de saliva y chapoteo en él mi lengua a la vez que mis manos se introducen debajo de tu culo levantándolo ligeramente. Cada vez estoy más cerca pero no tengo prisas, bajo delicadamente en busca de tus ingles. Abres las piernas y observo tu coño mojado, brillante, depilado, suave, enrojecido, totalmente abierto, como si llevara horas esperándome. Pero no es el momento, quiero que explotes como nunca cuando le toque su turno, quiero calentarte tanto que un ligero roce de mi lengua en el clítoris te haga gritar y gemir sin control.

Tus ingles me envian directamente a la parte baja de tus gluteos. Apoyas los pies y subes la cadera para facilitar que mi lengua acaricia una de las partes más sensibles y olvidadas del cuerpo de una mujer. Me deslilzo por el interior de tus muslos, la sensaciones se multiplican en la piel más suave y sedosa de las piernas. Estoy cerca de tu sexo y eso te excita cada vez más. Bajo hasta los tobillos, los circundo con la lengua y disfruto de los diez deditos de los pies. Los succiono despacio, me excita notar como se mueven dentro de mi boca, no me olvido de ninguno y cada uno tiene su minuto de gloria.

Llego el momento de subir hasta tu excitado coño. Directamente me dirijo a él. Tus manos acarician mi cabeza y me empujan contra él. Estás totalmente sin control, los jadeos se disparan hasta alcanzar tonalidades altísimas. Gritas y me dices que no puedes más mientras empujas mi cabeza cada vez con más fuerza contra tu sexo. Lo recorro totalmente, primero por la parte exterior, desde el clítoris hasta el perineo, el olor que desprende dispara la intensidad de mi lengua. Lamo los labios interiores que se abren totalmente para mí, siento como te retuerces, como te convulsionas y entiendo que muy pronto vas a explotar llenándote de placer.

Coloco mi lengua sobre tu clítoris y comienzo a pajearlo con los labios, siento su sabor cada vez que lo succiono. Mis dedos se introducen dentro de ti, bebo cada una de las gotas de tu flujo. Suspiras de placer. Pides que no pare, das un respingo cuando uno de mis dedos se introduce poco a poco en tu culito, tus caderas se mueven cada vez con más intensidad preludio de un intenso orgasmo.

Al instante, un fuerte gemido dispara todos tus sentidos al máximo. Un profundo orgasmo recorre todo tu cuerpo desde la punta de mi lengua a tu espina dorsal. El fuerte momento de placer se prolonga hasta que tus jadeos se calman y tus caderas, por fin, descansan. Estás exhausta, sudando sin cesar. Quedas tendida en la cama con una bella sonrisa de satisfacción, que se transforma en un delicioso beso con sabor a tu sexo.

Ahora era tu boca la que golosamente preparaba su turno.